EVOCACIONES* Septiembre 14, de 1832 Instrucciones de Juan Manuel de Rosas con respecto a Malvinas.



Las islas deberán recuperarse del ataque norteamericano que destruyó Puerto Soledad.

El gobernador de Buenos Aires envía un nuevo gobernador, y con él ideas para el desarrollo insular.

 
 Rozas (imágen) instruye a Esteban Mestivier, un francés al servicio de la marina nacional, para que impulse la agricultura con un desconocimiento de lo que es la geografía isleña.

En tanto que a a Federico , comandante de las fuerzas que se envían en la fragata Sarandí las instrucciones comprenden 10 artículos:

Art. 1º - El Comandante de la Goleta de Guerra Sarandí se dará a la vela inmediatamente con el Buque de su mando en dirección al puerto de Soledad en las Islas Malvinas.
Art. 2º - En el acto de dar fondo desembarcará al Comandante nombrado pª aquel Establecimiento, igualmente que la guarnición y familias, destinadas a él.
Art. 3ºº - Luego que esté desembarcado el Comandante y su guarnición reunirá el Comandante de la Sarandí los oficiales del buque de su mando y le dará posesión del Establecimiento, comprendiendo la Isla de Soledad y las demás adyacentes hasta el Cabo de Hornos, enarbolando a bordo y en tierra el Pabellón de la República y haciendo una salva de veintiún cañonazos. De esta posesión y del pormenor de las formalidades con que haya sido dada, formará el Teniente Coronel Don José maría Pinedo una acta por triplicado, y los tres tantos originales los pasará sucesivamente al Gobierno por el Ministerio de Guerra.
Art. 4º - Después de estar cumplida esta formalidad se pondrá de acuerdo con el expresado Comandante para facilitarle los auxilios que necesite para hacer respetar su destino y la Comisión de que va encargado suministrándole los víveres necesarios para el mantenimiento de su Guarnición de los que lleva para seis meses en concepto / a ciento diez hombres.
Art. 5º - El Comandante de la Goleta Sarandí queda en absoluta dependencia del Comandante de las Islas Malvinas.
Art. 6º - Durante la importante comisión de que va encargado el Comandante de la goleta Sarandí, hará guardar el mayor orden, subordinación y disciplina en el Buque de su mando, autorizándole a todas las medidas que considere necesarias para hacer respetar el honor y crédito de la Provincia, de las que dará cuenta al regreso de su comisión, en cuyo momento presentará al Comandante de Matrículas su diario de navegación par que éste lo eleve al Ministerio que corresponda para su conocimiento y efectos consiguientes.
Art. 7º - En caso de ser atacada la Isla facilitará al Comandante los auxilios que necesite poniéndose de acuerdo previamente con él.
Art. 8º - El Comandante de la Goleta Sarandí correrá la Costa N. E. . S. O., desde la Isla Soledad hasta la Isla Nueva, es decir ciento cincuenta millas, observando en toda ella los Buques extranjeros que se hallasen a la pesca a los que hará las intimaciones que le prevenga el Comandante de la Isla según las instrucciones que tiene.
Art. 9º - El Comandante de la Goleta Sarandí guardará la mayor circunspección con los Buques de guerra extranjeros, no los insultará jamás; mas en el caso de ser atropellado violentamente y que se le hiciere fuego, llenará en toda su extensión el art. 41 del Código Naval, que previene que todo Comandante de bajel de guerra suelto, deberá defenderlo de cualquiera Superioridad de que fuere atacado con el mayor valor. Y siendo una de las ocasiones de guardarlo, nunca se rendirá a fuerzas superiores sin cubrirse de gloria en su gallarda resistencia; por la que los enemigos no puedan aprovechar el casco se hará digno de una distinguida recompensa, como todos aquellos Súbditos que se guardaren de su bizarría; lo mismo sucederá con en el Buque, cuyo Comandante siguiendo los impulsos de su intrepidez se resolviese atacar e no escusar fuerzas decisivamente superiores y las venciere y cuando combatiendo con ellas varase sobre la costa y por evitarlo estará obligado también a defender su bajen con el mayor valor y a quemarlo, si no pudiese evitar de otro modo que el enemigo lo aprese.
Art. 10º - El Comandante de la Sarandí no podrá retirarse de las Islas Malvinas mientras no lo fuese dada orden competente para efectuarlo.


Documento tomado del libro de  Ricardo R. Caillet- Bois, Una tierra argentina. Las islas Malvinas. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Mingo!

... Corría, si no recuerdo mal, el mes de enero de 2003. Era mi segundo viaje a Ushuaia. Caminando por San Martín, entré a una reconocida librería: la Boutique del Libro. En aquel entonces, el local estaba ubicado en la mano opuesta de donde se encuentra actualmente. Allí compré dos libros, uno de ellos, “La vida material y social de los yámana”, aunque no comencé a leerlo sino hasta regresar a Buenos Aires. La obra, perteneciente a los autores Orquera y Piana, compila exhaustivamente diversos aspectos de la vida de los yaganes, reuniendo información aportada por misioneros anglicanos y viajeros. También, incluye valiosas referencias geográficas y toponímicas.

De ese libro tomo las líneas siguientes, extraídas del Capítulo IV Subsistencia (I), Apartado 1. Procedimientos de caza, pesca y recolección, Punto 1.4 Cetáceos mayores:

Según los autores, “(...) lo habitual habría sido el hallazgo fortuito de cetáceos ya encallados, muertos o moribundos. En tales casos, a veces el aviso era dado por la concentración de gaviotas, petreles y otras aves carroñeras, cuyo revoloteo se podía ver desde lejos (1), (2), (3).

Aún no se sabe bien qué es lo que provoca que el varamiento sea un comportamiento frecuente en los cetáceos, pero en algunos casos el acosamiento por orcas habría podido conducir a que buscaran refugio en aguas poco profundas, donde quedaban entrampados (2), (3), (4).

Al lograr apropiarse de un cetáceo, los indígenas se apresuraban a despedazar su cuerpo “para comerla carne y la grasa, y para retirar los huesos” (2), (3), (4), (5), (6), (7).

A menudo la noticia de un varamiento de cetáceo se extendía muy lejos, y la gente emprendía de inmediato largos viajes para participar de los despojos. Thomas Bridges mencionó expediciones con esta finalidad, desde Ushuaia:

- Hasta la Isla Gable (6). (*)
- Hasta Canagush (6). Este sitio estaba en el Seno Ponsonby (8), unos 25-30 km al norte de Bahía Tekenika (9).
- Hata Apaia, en el interior del Seno Ponsonby (“unas cuarenta millas”) (6).
- Al sur de la Isla Gordon (6) (**).
- E inclusive hasta las Islas Wollaston, si bien en este caso no en canoas tradicionales sino en la ballenera de la misión anglicana (6).

Según Thomas Bridges (10) la grasa de ballena “era el plato más estimado; cuando la comen engordan rápidamente”.

Thomas Bridges adujo que el consumo de carne de ballena producía dolores al comienzo, pero que cesaban si se la ingestión era continuada (6), a la misma causa atribuyó malestares estomacales producidos poco después (6) (Orquera, Luis Abel; Piana, Ernesto Luis: “La vida material y social de los yámana”, EUDEBA, 1º Edición, Buenos Aires, 1999).-

CONTINÚA EN EL SIGUIENTE COMENTARIO

Anónimo dijo...

VIENE DEL COMENTARIO ANTERIOR

(1) Hahn, Philippe: Mision du Cap Horn: rapport sommaire sur les recherches d’ histoire naturelle faites par la Romanche. Comptes- rendus hebdomadaires de la Académie des Sciencies XCVII, 1883, París).
(2) Martial, Louis Ferdinand: Histoire du voyage. En Mission Scientifique du Cap Horn (1882-1883), Vol. I, edición oficial, París, 1888.
(3) Gusinde, Martín: Die Feuerland-Indianer. Tomo II: Die Yamana. Las citas están tomadas de la traducción al castellano. CAEA, Buenos Aires, 1986. 3 Vols.
(4) Bridges, Lucas: Uttermost part of the Earth. Hodder and Stonghton, Londres. Las citas están tomadas de la traducción al castellano publicada con el nombre “El último confín de la tierra”: Marymar, Buenos Aires, 1975.
(5) Hyades, Paul Daniel: La chasse et la pêche chez les Fuégiens de I’ archipiel du Cap Horn. Revue d’ Ethnographie 4, Paris, 1885.
(6) Bridges, Thomas: SAMM. Cartas y fragmentos de su diario personal publicados en South American Missionary Magazine I a XXIV (1867 a 1890), Londres.
(7) Payró, Roberto J.: La Australia argentina (excursión periodística a las costas patagónicas, Tierra del Fuego e Isla de los Estados), Imprenta de La Nación, Buenos Aires, 1898.
(8) Hyades, Paul Daniel: Une année au Cap Horn. Le tour de Monde XLXIX (primer semestre), París, 1885.
(9) Williams, John: SAMM. Cartas publicadas en South America Missionary Magazine XXIX a XLIII (1895 a 1909), Londres.
(10) Bridges, Thomas: VSA. Cartas publicadas en A voice of South America X a XIII (1863 a 1866), Londres.
(*) La Isla Gable se ubica en el Canal Beagle, sector argentino.
(**) La Isla Gordon (Chile) divide al Canal Beagle en dos brazos: el brazo Noroeste, desde el cual se avistan varios glaciares, y el brazo Suroeste.

Un saludo Mingo!
Hernán (Bs. As.).-