Interpretaciones sobre un escrito de Carlos Baldassarre. Por Hernán Genovese, Buenos Aires, 3 de abril de 2016.


Casi inmediatamente al fallecimiento de quien por tantos años tuviera a su cargo la conducción del Museo Virginia Choquintel, nuestro amigo y colaborador, volcaba como comentario a nuestra liturgia de despedida estas apreciaciones suyas sobre lo que en otro momento contribuyó eñ extinto, en las páginas de la revista El río, memorias de la zona.



 Carlos Baldassarre fue una personalidad fueguina que ha dedicado varios años al conocimiento y la divulgación de la historia local. Sabía de él, ya que su nombre se me había presentado en algún momento de mis lecturas fueguinas, aunque lamentablemente no tuve posibilidad de tratarlo. Quedarán sus letras, las cuales seguramente serán del interés del historiador y llevarán a otro escalón más en el conocimiento.


Interpretando un estudio de Carlos Baldassarre
En la publicación “El Río, Memorias de la zona” (Año 1, Nº 7, Río Grande, 13 de Septiembre de 2003), se destaca un artículo que lleva su firma y que aborda la problemática del poblamiento original de la Tierra del Fuego. En esas líneas, podemos leer lo siguiente:

“Localicémonos a partir de ahora en el extremo austral de América, donde en base a los antecedentes geomorfológicos y arqueológicos conocidos, se ha postulado que hace aproximadamente 11.000 años, grupos de cazadores - colectores nómades pedestres -, ingresaron a Tierra del Fuego, cuando los hielos de la última glaciación ya se encontraban en franco retroceso”.

El autor respalda este concepto citando a Schobinger (1988), quien señala: “(...) la geocronología y los fechados radiocarbónicos de los sitios ya excavados en el sur de la Patagonia bastan para demostrar que en el noveno milenio a.C. esa inhóspita región estuvo poblada por grupos de cazadores de guanacos y caballos (y más esporádicamente algún perezoso gigante)”.

Continúa Baldassarre su análisis: “Por otro lado, y dado que esta gente (*) aparentemente no poseía hábitos náuticos, nos obliga a pensar la utilización de determinados pasos terrestres que debieron bordear antiguos lagos de origen glaciar, en una época anterior a la apertura del Estrecho de Magallanes. Sobre ello, opina Massone (1990): Las condiciones para la existencia de tales pasos, o incluso de extensos territorios libres de agua que permitieran unir Tierra del Fuego con el continente, debieron darse aproximadamente entre 13.000 y 8.000 años atrás, por la presencia de arcos morrénicos transitables en la Primera y Segunda Angostura del Estrecho, dejados por el retroceso de los grandes hielos y debido también al bajo nivel de las aguas oceánicas durante ciertos períodos. En base a recientes estudios comentados por Borrero y a partir de datos obtenidos por Fray y Erwing, y Richards y Craig, se estima que hace unos 11.000 mil a 12.000 años antes del presente, el nivel del mar en el sector atlántico, próximo a la región, estaba entre los 100 y 110 metros bajo el nivel actual y que la paleocosta se extendía hasta aproximadamente 100 kilómetros hacia el Este de la línea de costa actual, condición que permite pensar en la existencia de una porción considerable de tierra emergida en el área. Una vez en territorio fueguino, estos primeros habitantes recorrieron diferentes zonas en busca de las presas de caza indispensables para subsistir y de lugares de abrigo para establecer sus campamentos periódicos en el territorio estepario septentrional”.


Podemos interpretar entonces, que Carlos Baldassarre sostiene que hace 11.000 años (o bien 11.000 años Antes del Presente (AP) / o en el noveno milenio a.C.), grupos de cazadores - colectores nómades pedestres – entraron a Tierra del Fuego por pasos terrestres que unían el continente a la Isla Grande, cuando el Estrecho de Magallanes aún no existía como tal. Estos pasos eran “arcos morrénicos transitables en la Primera y Segunda Angostura del Estrecho” formados por el retroceso de los glaciares y el nivel bajo del mar. Así, hace 11.000 años el nivel de mar era 100 metros más bajo que el nivel de ahora (además de que la costa era más extensa que la actual). De ahí el planteo de Baldassarre al sostener que hace 11.000 años los grupos de cazadores - colectores nómades pedestres - cruzaron a Tierra del Fuego por estos pasos o arcos, cuando el mar estaba más bajo permitiendo así la formación de esos pasos o arcos (también consecuencia del retroceso glacial).

Para demostrar esta hipótesis sobre la presencia humana en Tierra del Fuego en el período temporal que se señala (11.000 años Antes del Presente), y dilucidar también cómo se fue dando la ocupación en el tiempo en el resto de la isla, Baldasarre cita distintos sitios arqueológicos que implícitamente se enmarcan dentro de tres etapas históricas:


Etapa 1: Ocupación de grupos de cazadores paleoindios

Sitios Arqueológicos:

- Alero Marazzi (con un fechado de 9600 años)
- Tres Arroyos (con una datación máxima de 11.800 años)
Ambos en el norte de la isla sector chileno.

“A partir del estudio de los mismos (**) se pudo reconstituir una secuencia de ocupación humana que se inició entre los 11.800 y 9600 años antes del presente, con la presencia de grupos de cazadores paleoindios que convivieron con fauna actualmente extinta, seguidos por una ocupación pre selk´nam y consecuentemente la (ocupación) selk’nam de la época histórica”.

Esta fauna es aportada por Baldassarre en una grilla temporal, y es la siguiente: Mylodon sp, Canis Dusicyon Honohyppidium, Smilodon sp, y Lama V. gracilis. En la “Vegetación” para esta etapa el autor menciona la tundra magallánica.


Etapa 2: Ocupación Pre- Selk´nam

- Sitio Arqueológico:

Túnel 1: 7000 años Antes del Presente.


Esta etapa pre selk´nam, es implícitamente mencionada por Massone al plantear “(...) una columna vertebral que enlaza a esos antiguos cazadores del noveno milenio antes de Cristo con la cultura aborigen de los selk´nam históricos (onas)”. A su vez, Orquera y Piana, sostienen: “Ya se ha visto que la Patagonia continental fue poblada hace casi 13.000 mil años y que los alrededores del Estrecho de Magallanes - incluido el norte de la Isla Grande de Tierra del Fuego - lo están desde no mucho después. Esos primeros pobladores eran cazadores que se movilizaban a pie. Así deben haber llegado hasta orillas del Canal Beagle los más antiguos visitantes de esa región hasta ahora conocidos. Según un fechado radiocarbónico, esto se habría producido hace unos 7000 mil años, en el Sitio Túnel 1” (***).



Etapa 3: Ocupación Selk´nam de la época histórica (onas)

- Sitios Arqueológicos:

Cabeza de León: 1100 años Antes del Presente.
Shamakush: 1500 años Antes del Presente.
Lancha Packewaia: 4000 años Antes del Presente.

Señala Carlos Baldassarre en la parte final de su estudio: “ (...) con respecto a las ocupaciones humanas más recientes, las informaciones arqueológicas proporcionadas – hasta el momento – se relacionan con la presencia de grupos de cazadores pre selk´nam y selk´nam, que habitaron en la Isla Grande de Tierra del Fuego en los últimos milenios. Entre los principales antecedentes pertenecientes a dicha época, puede mencionarse un sitio ubicado al sur de la Bahía San Sebastián, identificado como Cabeza de León y desarrollado por el Dr. Borrero, a partir de 1977, en un alero rocoso cuyo componente más antiguo corresponde a una ocupación de 1100 años antes del presente” (El Río, Memorias de la zona”, Año 1, Nº 7, Río Grande, 13 de Septiembre de 2003).

En la grilla temporal antes mencionada, en los últimos milenios el autor ya indica la existencia de la fauna actual, así también como la vegetación que hoy podemos observar recorriendo los bosques de la isla: Nothofagus Pumilio (****), Nothofagus Betuloides (*****), Nothofagus Antártica (******).

(*) Se refiere a los grupos de cazadores - colectores nómades pedestres -.
(**) Ambos sitios arqueológicos.
(***) Esta ubicación corresponde a una zona del Canal Beagle próxima a la Estancia Túnel.
(****) Lenga.
(*****) Guindo.
(******) Ñire.




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