1955 – 16 DE SEPTIEMBRE – 2015. A 60 años de la caída de Perón.


Los acontecimientos se precipitaron y un movimiento cívico-militar dio por tierra la experiencia que se había originado el 17 de octubre de 1945, o tal vez antes.
¡Cómo se dieron las cosas en Tierra del Fuego?
Tal vez pueda en algún momento sintetizar lo vivido por una generación que fue la de nuestros mayores, pero entonces tendré el cuenta este testimonio.



RÍO GRANDE Y LA POLÍTICA
Por Néstor Tadich(*)


He terminado de leer con mucho agrado el libro de recuerdos llamado “A hacha, cuña y golpe”, el cual relata formas de vida ya un poco lejanas en el tiempo y el espacio, y cuya técnica consiste en efectuar reportajes a ciudadanos y ciudadanas avecindados o nacidos en esa ciudad, los cuales se explayan sobre sus recuerdos y vivencias en forma genuina y espontánea.
Sin embargo, una omisión que personalmente considero grave, resta formalidad a esos recuerdos. Efectivamente, cuando varios de ellos, incluso la autora Emilia Susic de Bonifetti, habla de iniciación política de Río Grande, la sitúan en el año 1958, cuando varios de ellos tuvieron acceso a puestos políticos o por lo menos de figuración y servicio público.
Cuando escribí “La Primera Unidad Básica del peronismo en Río Grande”, fui fijando fechas, y allí relaté cómo esta primera manifestación de la política contingente y activa tuvo lugar en el año 1950 entre los meses de julio a noviembre, incluso señalando alguno de sus integrantes, ya que no cuento con material oficial en el cual apoyarme, pero con la certeza absoluta de su realidad.
Mas aún, el 7 de agosto de 1951, y bajo la supervisión del señor Gigante, interventor del Partido Peronista, se fundaba la Segunda Unidad Básica, esta vez en Ushuaia.
Por otra parte, fueron hechos políticos la exposición del Primer Plan Quinquenal efectuada en sendas reuniones poblacionales, tanto en Río Grande como Ushuaia, en el mes de enero de 1953. La creación de la C.G.T. regional el 28 de abril del mismo año, la proclamación de candidatos del Partido Peronista y luego de la UCR en abril de 1954, sin perjuicio de los numerosos actos, inauguraciones y actos políticos que emergían en la entonces Gobernación Marítima de Tierra del Fuego, hasta que el 25 de julio de 1954, es elegida diputada por Ushuaia doña Esther Fadul y por Río Grande el doctor Oscar Barabino (entiendo que ganó por dos votos a su rival Ángel San Juan).
Pero lo que realmente provoca la redacción de estas mal hilvanadas líneas es que no se recuerda o no se quiere recordar, el golpe militar que en septiembre de 1955 provocara la caída del gobierno del general Juan Domingo Perón, y que ello se tradujera dentro del ámbito pueblerino, en que, tanto el suscripto que fuera interventor del peronismo hasta el 31 de agosto del mismo año, fuera encarcelado y enviado al penal de Ushuaia (celda 34) por si fueran necesarios más detalles.
Igualmente encarcelados fueron los amigos Trotta (ex suboficial de la marina) y Koltes (Juez de Paz). Nuestras viviendas, en algunos casos la de nuestros familiares en las cuales estábamos allegados, como era mi caso, fueron allanadas no sólo por fuerzas policiales sino que también por patriotas civiles que les acompañaron en tales “riesgosas tareas”. Esta espina clavada en el costado de su pueblo, no puede haber sido ignoradas ya que, ninguna de las dos poblaciones pasaba de los 1.500 habitantes.
No era, ni es de mi gusto volver sobre aquellos hechos. Pero quiero dejar establecido que en aquel entonces, la lucha entre peronistas y opositores tenía un gran contenido popular, y provocaba grandes rupturas en la hasta entonces apacible la vida de los habitantes de Tierra del Fuego. Uno de cuyos movimientos más empeñosos era de aspirantes a  las tierras fueguinas, en las cuales, por supuesto, muchos se empeñaban en ser dueños de “lotes”, ya que, hasta ese momento, habían accedido a ellos muchos personeros de la administración pública que en algunos casos ni siquiera habían residido en la isla.
Pero volviendo a retomar el hilo de mi relato. Recuerdo también que fui recibido por el entonces subcomisario Allen, al cual le comenté los motivos de mi detención, contestándome con un exabrupto tal como: “A cada chancho le llega su San Martín”, seguramente incorporado ya al grupo de vencedores…
Detenido en la Comisaría de Río Grande me incorporaron como huésped de la “cuadra” del personal, en la cual se encontraban colgados de las paredes retratos del General Perón y Eva Perón, los cuales aún no habían sido objeto de censura por el personal superior. Pocos días después era trasladado con rigurosa guardia militar a Ushuaia, en un avión de la armada con orden de no hablar entre nosotros (Tadich, Koltes y Trotta), y de allí en un camión descubierto como trofeos de guerra al presidio de Ushuaia, cuya anterior fama era digna de su actual funcionamiento. Efectivamente encerrados en celdas individuales de 3x4, un camastro y algunas ropas de cama, se nos cerraban las puertas revestidas de hierro, senos pasaba cerrojo y más aún candado, tal la peligrosidad presunta por nosotros representada. Allí también estaba don Pablo Imboden y repito don Pablo, porque este era el director de la escuela de Ushuaia, ciudadano respetable, quien cometió el triste error de adherir al peronismo.
Creo que fueron días aciagos, y por ello no entiendo cómo se pueden haber borrado de la memoria de las personas interrogadas y que relatan sus vidas. Y por qué es necesario que la memoria de los pueblos mantenga siempre horizontes claros y precisos, me he permitido redactar este reclamo, ya que , como en mi caso, fueron muchos los desplazados por el entonces gobierno del general Lonardi, sustituido prontamente por el general Aramburu.


(*) Néstor Tadich Lafuente llegó a Río Grande como empleado de Correos, lo hizo desde Santa Cruz. El empuje de su juventud lo colocó en el plano deportivo como promotor de una institución deportiva: el Q.R.U., en tanto que en el plano político se formó en el justicialismo y llegó a ser el último interventor partidario antes que la gobernación marítima se unieran con su provincia de origen para formar la Provincia Patagonia. Tras el golpe debió exiliarse en Punta Arenas donde con el tiempo participó de la experiencia de la Unidad Popular. Cuando lo conocí era gerente del Banco Santa Cruz en la Zona Franca. Guardo cordiales recuerdos. En lo parental estaba unido a los Villa, los Prada, Bares,  los Sevillano, los Cobián. Cuando falleció en Magallanes el pasado 5 de junio solo se recordó su ayer deportivo: el Sókol, el básquetbol… El presente escrito fue publicado en la revista Impactos.

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