Con un destino de Patria..

El anuncio realizado día atrás sobre los trabajos realizados en la costa atlántica fueguina por personal del Museo Provincial y el Cadic despertó interpretaciones periodísticas que, en alguna manera, nos parecen antojadizas.

En una de ellas se ilustral lo que fue el Purísima Concepción –velero de madera de 1765- con imágenes actuales del Duchess of Albany, embarcación de acero naufragada hace 120 años.

En otras se toma una narración sobre los hechos de aquel naufragio colonial, y la construcción de un navío que permitió partir a los náufragos, como si fuera una pericia informativa fruto de este derrotero arqueológico.

El denominado Astillero de la tempestad, la Primera misa, la construcción del St Josep y las Ánimas parecían letra nueva en la historia austral cuando ya leímos –en lo particular- por primera vez noticias sobre esta epopeya en el segundo capítulo de En la Isla del Fuego, tomo 1: Encuentros de Juan Esteban Belza por 1974.

Pero de todo esto ya había pesquisas anteriores, por las cuales en el curioso título de Belza EL CAPITÁN QUE FUE NAVIO, se corrigen interpretaciones por las que el apellido de su capitán fue tomado en un momento como nombre de la nave siniestrada.

Es nuestro comentario una invitación para que lean lo de Belza, de la misma forma que resulta atractiva la síntesis que en un momento hizo Enrique Inda para Todo es historia, donde se atrevió a fantasear amores entre uno de los náufragos y una nativo, lo que había condicionado a que quedara en la isla.., resolviendo para ello el enigma de la falta de un pasajero, entre los que naufragaron y los que salieron en precaria nave rumbo a Montevideo.

Viajaba en la nave Manuel Moreno y Argumosa, su destino era llegar al Callao, como buena parte de los pasajeros de aquel navío; pero el naufragio cambio su destino, y su estado de ánimo. Ya de regreso al Río de la Plata, no atinó a buscar suerte en espacio tan lejano.., tal vez no le quedó coraje para nuevas aventuras marineras; y además conoció a Ana María Valle con la que terminó uniéndose en matrimonio. De esa unión nacieron dos hijos que cobrarán notoriedad: Mariano y Manuel.

De no haberse dado ese naufragio, ni la posterior construcción de la nave de rescate, tal vez no hubiera geminado el prócer de Mayo, y su hermano de dilatada trayectoria en Londres.


Con lo que podemos pensar que la Tierra del Fuego salió al cruce de esa embarcación, y sin que lo supieran todavía, le dio a uno de sus pasajeros un destino de Patria


1 comentario:

Anónimo dijo...

Mingo!

Me sentí representado al leer estas tus lineas. Por supuesto, leí la noticia, bastante confusa por cierto en distintos medios digitales, ya que varios de esos artículos terminaban siendo un "cóctel de información e imágenes" que, para el lector común, terminaban siendo poco claros. Claro, las imágenes no coinciden; pudo algún lector preguntarse: ¿Encontraron ahora ese barco que aparece ahí junto a los caballos? Aquellos restos encontrados,¿ Pertenecen a ese barco? En estos artículos, también como suele pasar, se toman textos copiados de otros en una cadena interminable. Pienso que además en los párrafos se mezclaba mucho la información de los restos de naufragios (mencionan 12) con la información de antiguos asentamientos nativos hallados. Para el lector común creo que estaban muy mezclados los datos.

Un saludo como siempre ...!

Hernán.-
(Buenos AIres)