RASTROS EN EL RIO.1991* “De cómo un micrófono indiscreto vino a registrar diálogos múltiples en un encuentro plural, de gente de otros días.”

La mala memoria es un dato ineludible de la realidad.

Quienes en lo cotidiano nos enfrentamos en una real tarea de salvajes por recuperar la memoria colectiva de nuestro pueblo sabemos que esta aflora bajo inconsistencia de los años.

Así escribíamos por 1991 un Rastro que marcaba presencia en los días del aniversario de la ciudad:

El domingo y el miércoles nuestro abordaje fue el mismo, primero con las situaciones domésticas que valoradas en efectos nos pueden reportar al tiempo pruebas únicas de acontecimientos  que a su momento no pudieron ser medidos por la trascendencia que lograron luego, segundo con un grabador que en una cena de viejos pobladores quiso escuchar todo, pero  oculto él,  desarticuló las ocultas inhibiciones del entrevistado y conformó un muy singular documento lingüístico.



-Así con el “Comelaucha”.
-No se salvaba nadie por aquella época.
-A todos le ponían un apodo.
-A Mirko lo conozco mucho, yo le voy a decir...
-Hay que decir que a él lo llamaban el “Comelaucha”.
-Si hoy lo veo no lo conozco.
-Lo conoció a un austriaco grande...
-¿Quién?
-Mariano.. curaba el empacho.
-¡No me acuerdo!
-Cuando tenía que curarse el empacho, ¿a quién veía usted?
-A lo mejor ha llegado donde Bruno, pero no me acuerdo.
-¿Usted cree en el empacho?
-¡Uhn?
-¿Usted cree en el empacho?
-¡El qué!
-El empacho.


...........

-¿Le gusta tejer?
-¡Si!
-¿Qué le gusta: tejer, coser..!
-¡Oh, cuanto cosí en Punta Arenas! Cosía.. o sea que no, yo aprendí costura, aprendí sola; que tenía mucho trabajo. Y la mamá tenía tinturería, y yo tenía también. Así que yo trabajé mucho...
-Usted sabe que yo me acuerdo, antes cuando se moría alguien uno tenía que vestirse todo de luto, ¿no? Llevaba toda la ropa a la tinturería:¡verde?.. lo teñían y se lo devolvían negro.
-¿Ah no! ¿Yo se teñir! Tiño cualquier prenda y todos contenta. Ahora último, cuando vine aquí –creo que estoy más de un año- ... y le teñí a una señora joven y otra señora un vestón y un abrigo y se fueron encantadas... ¡cómo nuevo!
-¿Usted compra la anilina ya hecha?
-Se compra las anilina. En una vasija grande se pone al agua, se entibia, no hay que ponerla hirviendo porque si se pone hirviendo se mancha. La mamá tenía tintuerería. Aprendió de un viejito que ella trabajó, y aprendió a teñir.
-¿Ella misma aprendió?
-En Punta Arenas, ella sí.
-Tenía un nombre la Tintorería.
-¿Tinturería Francesa!
-¿Y el viejito como se llamaba?
-Lorne. Y después se murió ese viejito apenas arrastraba las patas, los pies.
-Pero se hacia de todo en Punta Arenas.¿Se hacían zapatos también,? ¿No?
-¿Zapatos? ¡Los zapateros, sí!
-Se acuerda de un zapatero de por allá.
-Hoy en día no se hacen zapatos porque llegan y compran los zapatos nomás.¿Sería en los tiempos de antes?
-Claro, en nuestros tiempos.
-Zapateros remendones.
-Zapateros, hay, sí.
-Pero muy pocos.
-Y acá en Río grande, cuando un se quedaba con los zapatos rotos, ¿qué pasaba?
-¿Se los arreglaba alguien?
-No.. Si, claro, cuando tenía zapatos, traía y me los llevaba para arreglarlos. Pero, ¿qué hay zapatería? ¿Zapatero, zapatero!
-Yo me estaba tratando de acordar un zapatero bueno que había en Punta Arenas, que era una griego, y ahora no me acuerdo el nombre. Me hacía unas botas altas, ¡hasta acá! ¿Usted no usaba botas antes?
-No se, yo no me acuerdo.
-La gente usaba botas hasta la rodilla.
-¡Sería el tiempo muy malo antes!
-Y habría barro por todos lados, ¿no?
-Las botas esas se llamaban, puede ser, valdivianas.
-Un alemán también hacía eso.
-¿A sí?
-Si, casado con una iiindia. Y tuvo una hija, y a la hija la puso a la escuela alemana.
-Ahora dígame como era ella, por que me imagino que hija de alemán e hija de india debería ser...
-India, iiindia nativa. La hija también, ¡hija de indios, pués!.
-¿Qué parecía? ¿Más india o más alemana?
-¡No! Parecía a la madre, pero no era completa la madre. ¡Vive! Yo la conocía por mi hermana mayor que siempre la acompañaba. Está viviendo en Puerto Madryn.. Lo conocieron, vino con el marido por que se casó. Pero no me acuerdo el apellido de ella... Piguel. Ella se llama... Folyi Piriguel.
-¿Usa los dos apellidos?
-Nha.
-El se mató porque dijo:¡cuánto trabajar, trabajar..! Y se fue a matar. Se aburrió de trabajar, de hacer zapatos y se mató.
-Había mucha gente que se mataba.
-¡Mucha gente se mataba!
-Estaba aquí ese muchacho Smidth que se mató.
-¡Schmidth!
-Se había casado con una iiindia. Los padres lo echaron de la casa y entonces se mató.
-Casado era.
-¿Entonces no había gente antes? ¿No había mujeres que se fue a casar con una iiindia!
-Y.. no había mujeres. ¡No había hombres tampoco!, sinó las indias se habrían casado con los indios.
-Antes había indios en Punta Arenas, pero las personas que querían ser ricos les cortaban la cabeza.
-¿Pagaban bien?
-¡Serían esos Menéndez, Campos?
-Así es la historia.
-O sea que se hacían unos buenos pesos.
-Si, si hoy en día ellos son millonarios.
-Después había gente que andaba buscando oro.
-Buenos, ellos buscaban el oro, pué. Y los vendían seguramente, y le pagaban bién...
-Y todos apellidos...¡resonantes!
-Esos han muertos todos.¿Eh!
-Ya pasó mucho tiempo.
-Alonso... Alejandro.. eso está para la historia.
-Eso ya no cuenta el cuento.
-Uno de ellos era pariente de mi suegro, pero él no se llevaba con ellos. ¡Ah! Tenía el sobrenombre: “Picoroco”, por que tenía la nariz así...
-¿De dónde vino su suegro?
-Aquí se le murió un hermano al viejo, que en paz descanse, yo lo conocí –era muy buen mozo- no se parecía nada al resto... El, lo mataron. Uno le avisó que le robaron el hacha del caballo y lo fue a correr, entonces, en vista de eso, llegó un campesino, y le rompio todo acá... Pero si es gente habilosa, ...inteligente, rompe la sában y lo enguelve todo y lo lleva al hospital..¡se salva! Pero yo ya no vivía con él, ¡sino esa iiindia! Y cuando miraba, no miraba de frente, así. Como la Porota, ¡la Porota Triviño miraba así!
-Esa es costumbre de los gringos... Los gringos cuando hablan miran para otro lado. O dan la espalda, los administradores de las estancias dan la espalda.. ¡costumbre de gringos!, esa. No mirar a los ojos. Lo mismo que los chilotes de ojos azules.
-¿Mírenla a la veterana le da a la mandíbula comiendo y hablando?
-Está muerto acá en el cementerio, si. Parece que se llamaba Edmundo, ¡no me acuerdo!
-¿Si?
-¡No!
-Ese marido me tocó malo, ¡malo, malo..! No me daba un paso, me seguía ¡ah!. Era un borracho.
-En esa época todos tomaban.
-Ahí se peleaba con mi hermano.
-¿Pero por qué se peleaban así?
-Empezaban a alegar, y llegaba y pegaba este, y el otro también le aforraba. Pero eran tremendos, nunca dejaban tranquila a la mamá. ¡Y con la pensión? ¡Y nadie pagó nunca la pensión! ¡Vivían de la mamá! La mamá tenía pensionistas, la mamá sufría mucho con ese hombre.
-¡Dónde lo conoció la mamá?
-¿Ah?
-Dónde..
-Acá. Lo llevó fatiga a la casa, y mi hermano:¿te acordás del vecino?¡Que aquí que allá!.. no salió más de la casa. Le dio pensión la mamá, no se como algo así. Y no me daba un aso, salía, atrás... no podía ir yo a comprar con la mamá.¡Uy! que me dá, ¡que arrepentida estoy de haberme casado con ese hombre! Yo estoy separada de verdad.¡Eh! El vive con otra mujer. Hizo una gran cosa, que la mujer vive con él. Acá ha venido, ¡los días y las tardes! Llegaba allá en la casa que yo tenía.. de la puerta me lo echaba:¿qué querés? El vive una cuadra más atrás, una casa muy grande.

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-En esa época acá en Río Grande no había gas...
-La pura leña.
-¿Y quién traía la leña?
-Mi hermano iba a buscar leña. Ese sí que era malo, ¡malo, malo!, si iba a buscar leña.
-¿A dónde iba?
-No se que parte sería. Le daba el motor marcha, y arrancaba. No lo dejaba en descanso al motor. Y entonces se rompió el motor.
-¿Qué tenía, un camioncito?
-Tenía un chofer, Vargas, que le decían “La guacha”.
-¿La guacha?
-Mh.. tenía una..¿ja,ja,ja!. Lo tenía de pensionista la mamá.
.-¿Era soltero?
-Soltero.
-Yo no se por que le decían “La guacha”.
-Dos comían a costa de la mama. Y listo que había otro ...otro hermano mayor que también murió. No vería un cinco la mamá.
-¿Y la mamá cocinaba?
-Y después ...cocinaba y un día llorando dijo:¡hijita no puedo! ...la hermana mayor si que era floja.
-La que está en Punta Arenas.
-Floja se levantaba a las doce, la que está en Punta Arenas en el asilo Miraflores, de ancianos. ¡No hacía nada! Yo la ayudaba con el pan a amasar, ella no hacía nada; yo le llegaba a cortar la carne.
-Este hombre, mi marido: no hablo como la Apablaza que le decía Fernández al marido... encontró un viejito y lo mandó a la casa para que le de pensión, ahí estaba borracho tirao, ¿para qué? Comía de lo que yo trabajaba de la pensión.
-¿Quién era el que cortaba la leña?
-Los mismos pensionistas. Ellos cortaban y trozaban la leña por lo que les daba lástima a la mamá y era una forma de pagar la comida. Ese Bruno.. una vez tenia una máquina, que yo cosía, la vendió a una tal Salgado. Y le dije ¡no vendas la máquina por que yo coso la ropa!, la ropa mía, cortaba, que se yo, como modista. No soy modista pero aprendí. Y vendió la máquina, y me quedé sin nada. En la casa que estaba tenía, pero máquina usada, de segunda mano, ellos fueron a la casa yo traje algunas cositas, las sábanas, ollas, después las frasadas ella las mandó con ellas. La casa está allá, casita de material, bonita; no tiene mucha comodidad, tiene nada más que un solo dormitorio, un living comedor y una cocina, nada más. Yo sola le puse el hule, compré el hule y lo coloqué yo sola, había al frente un taxista y le dije: -Por que no levanta la estufa para meter abajo; y le pague cincuenta pesos y puse el hule.
-¿Con tachuelas?
-No, así nomás. Por que con tachuela allá no se usa. Está la casa bien arregladita, bien arreglada, y un tal Olguín había sacado todos los piquetes y hecho fuego, yo lo denuncié y cuando le hice la denuncia la arreglaron todo.
-Sinó iban adentro.
-De afuera. Habían piquetes, un cierre y ese cierre se los iban retirando todo, haciendo “juego” por que son unos flojos unos borrachos y no tienen nada. Así que yo, loca enterada, hice la denuncia enseguida en el juzgado local, y ahí me lo atrincaron.
-Usted seguro que no se acuerda como se hacían los colchones.
-Eso lo hacía la mamá. Le hizo no se cuantos colchones y ...mal agradecidos todavía. Hacía una tira larga así, y después con el cáñamo le quedaban lindos los colchones. Y ese Bruno... yo dormía en una camita, y me sacó la cama y la vendió a un hotel. Le digo: -¿Por qué me vende la cama, la marquesa? La vendió, entonces la mamá sacó otra. ¡Era malo, malo!
-¿Cómo era que se llamaba la mamá?
-¿Ella? ...La cañe.
-¿Por aquella época ustedes tenían agua en cañerías?
-Mh...
-¿Entonces por pozo, no?
-No, del pozo no.
-Cañería, como la de acá.
-La Cañe le decían a la mamá. Candelaria se llamaba.
-¡O sea que no había pozo!
-No se, yo no se nada, por que yo llegué al último, ellos...
-Ya estaba todo hecho..
-Mh..
-Por que era difícil escarbar. Hay lugares en que había pozos de veinte metros.
-¡Hubo muchos carreros en aquella época, gente que andaba..?
-¿Muchos qué?
-En carro...
-¡No...!
-Había ya ..camiones.
-Pasaban cargados de leña.
-Hubo un tren ahí...
-¿Un qué?
-¡Un tren!
-¡Nooo!
-¡No anduvo en trencito?
-¡En Punta Arenas iba a haber tren!
-Había un tren que llevaba los chicos al colegio, a pasear a María Behety, ahí si hay un tren,
-¿A la estancia o al parque?
-Eso ya no existe más.
-Lo levantaron todo.
-Ahora está lindo Punta Arenas.

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-¿Escuchaban radio aquí en Río Grande?
-¿Ah?
-Radio..
-¡Siií! Tenía radio Bruno. Tenía cocinero.
-¿Y la mamá no era la que cocinaba?
-La mamá le pelaba papas.. ¡Oh!, cuándo le hacía papas fritas y no estaban bien hechas se las tiraba. Era malo, malo
-¿Y el cocinero, era bueno?
-El cocinero.. un tal fuentes. Ese pura risa nomás.
-Era soltero.
-Casado.
-¿De qué se reiría intonces?
-Casado.., tenía una hija que se llamaba Rosalinda. ¡Ja, ja! Así decía y se ponía carcajadas.. de risa.
-¿Era linda la nena?
-No se, no la conocí.
-Yo si.
-El decía que estaba en Puerto Montt.
-Pero acá andaba soltero.
-Andábamos..
-No se.
-¿Cómo le llamaban a Fuentes?
-Había llegado como siempre a visitar a Bruno; Portolán,  que en paz descanse; Elgueta, que falleció; Aguilante Muñoz, que falleció, y otros muchos más que no recuerdo.
-¿Le gusta recordarse de esa época?
-Eso es lo que recuerdo.
-Pero me está contando cosas que pasaron hace 56 años.
-¿Qué cosa?
-¿Usted tiene buena memoria o se olvida?
-A si, yo tenía un novio. Pero no lo quise. Por que él era cura. Vino a trabajar acá, era arto simpático, harto dije.. y se casó con una mujer de la vida. Nora le llegó a rogar por favor... por que yo no me iba a casar con él. ¡Estaba mala de la cabeza! Y le agradeció cuando la fue a visitar.
-¿Cuándo estaba mal?
-¿Cómo se llamaba ese cura?
-Abraham Muñoz.
-Pero era cura en Chile.
-En Chile, entró a trabajar, se puso de empleado particular, si.
-Sería un hombre muy inteligente,¿no?
-Muy preparado,¿no?
-Preparado, preparado.
-Me había rogado, rogado que se iba a casar conmigo.
-¿Y Nora?
-Era una buena persona. De Punta Arenas, estuvo comiendo dos semanas y no pago nada.
-Buena persona pero no pagaba.
-Y la mujer, ¡dónde la conoció?
-Acá. Le decían la Mimisa. ¿Yo no se? ¡Cuándo vendría al pueblo! Tiene que ser así. Pero esa la echaron de acá, parece,  ah. Era una mujer que estaba pegando enfermedades y tuvieron que echarla. Cuando venía a lo de la señora de Alarcón, una vez lo vi bailando con ella.
-¿Usted no iba a misa?
-Cuando la señora de Alarcón me invitaba, nomás venía.
-Ella era de allá, de sus pagos.
-La conocía a la mamá, mucho; y tenían un hotel –Yadra- en Punta Arenas. Y cuando estaban de mozos le dejaron de herencia.
-Y después se vino para acá, ¿mire que cosa?
-Si.¿Quién?
-Ellos...
-¡Quien dice que vino para acá?
-Ellos..
-¿A si?
-¿Y se compuso no?
-¿Quién era el que tenía el correo para Chile?
-Un tal peña, un tal Tamargo.
-Camargo se fue al norte.
-Hizo plata.
-No se.
-¿Y con Ross no...?
-¿Ah?
-¡Arturo Ross!
-También era correo. Ross el que tenía hotel.
-¡Y aquí las mujeres cuando iban a tener sus hijos en el Frigorífico, que hacían?
-No se, me parece que había un hospital.
-Había pocas mujeres, también.
-En esa época los bailes se hacían con orquesta.
-¿Quiénes eran los músicos?
-Ni me acuerdo.
-Pero eran buenos.
-Creo que tocaban el acordeón.
-¿Se acuerda de las vitrolas esas que habían antes?
-No me acuerdo si era vitrola o era orquesta.
-Había muchos pescadores en el Frigorífico, yo conocía a un viejito que siempre me llevaba centollas, pescados, era muy bueno, de un accidente murió. Parece que acá mismo. No me acuerdo como se llama. Perdí la memoria. Por el nombre me acuerdo de Kopeske, pero no se, no se.
-Era trabajaba en la primera, andaba siempre con plata argentina, no usaba plata argentina el gringo ese.

-¡Silencio en la noche!, que ahora habla el Intendente..

....

-Queridos abuelos, buenas noches.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Mingo,
Qué relatos estos ... Hay como que interpretarlos en asociación de pensamientos sueltos más que como en palabras que se entrelazan en un sentido unívoco ... Pero, como te contaba, estoy leyendo ese libro "A hacha, cuña y golpe", y en estos diálogos aparecen referencias camufladas que también leí en este libro: A saber:
1-Leí acerca de un Sr. Francisco Ross (mencionado en el diálogo como Arturo, será la misma persona pienso), que tenía un auto de correo con el cual unía Porvenir y Río grande llevando correspondencias y encomiendas. Creo que en este trabajo debía cruzar el Río Chico cuando le era posible.
2- Camiones que trasladaban leña del campo a Río Grande para ser vendida, negocio que crecía a medida que aumentaba la población de la ciudad.
3- Leí que se hacían pozos para obtener agua entre 12 y 16 metros de profundidad; otro viejo poblador mencionó de unos 4 o 5 metros (serían en sitios distintos?)
3- Una gran cantidad de pensiones deben haber convivido en un determinado período de tiempo, donde la gente se reunía y compartía socialmente.

Bueno Mingo, un saludo ... ! Entretenidos los relatos,

Hernán, BS. AS.-