El Simón que sigue.

El Simón que sigue se llama Simón Fabián Martínovich Gallardo, y nació un día como hoy hace 45 años. Es el pequeño que está en nota anterior con su papá Simón Martínovich Martínovich y su mamá Margarita Gallardo.
En el mismo escenario de la foto: el patio de la casa de la Nona (como se le llamó un tiempo) aparecen nuestros otros simones.
El Simón Mayor vestido elegante, como solían hacerlo nuestros trabajadores rurales cuando estaban en el poblado. El Simoncito arrastrado tal vez para salir en la imagen familiar. Los zapatos entierrados, robustos, como para afrontar los trajines del correteo diario. las medias polvorosas. Los pantalones cortos para lucir extremidades. Pantalones colocados no descuidadamente sino con la cintura sobre el ombligo. El jersey y por fuera del cuello una camisita. Al niño lo ha peinado mamá Blanca, seguramente con alguna gomina.., puede ser Brancato, la misma que utiliza a diario el padre colocada en él de manera extraordinaria. La pequeña -ahora no cabe dudas que es menor que su hermano, es Nora, recién se afirma en el caminar y luce de punta en blanco. Tres juguetes asisten a la cita fotográfica: dos son sobre ruedas: uno para arrastrar, el otro para cabalgar y soñar que sos grande. El muñeco puede ser una suerte de osita.
En el entorno está la quinta y el jardín. La quinta al centro con almácigos limitados por piedras que tal vez son rezago de los trabajos realizados por el abuelo Mateo Martínovich, empedrador croata-magallánico. En los laterales hay lugares para las flores. Se esfuma en un primer plano el rosal.
Hay, con apariencia distinta, cercos de madera que deben haber ido creciendo en la medida que se fue necesitando delimitar los diversos espacios de la vida doméstica en el solar familiar.
Falta otro Simón Martínovich para recordar, el de la otra rama familliar que en Río Grande ha dado en hijos a Juan, Jorge (Koki) y argarita Martínovich.

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